Es un sábado soleado. Sales afuera a enjuagar el patio.
Cinco minutos después, te duele la muñeca, tienes la espalda rígida y la suciedad sigue ahí, sin moverse.
¿Esa manguera de jardín? Inútil. ¿Las hidrolavadoras? Demasiado grandes, caras y complicadas.
Suspiras y piensas: “Tiene que haber una mejor forma.”
Esa misma frustración fue la que llevó a la creación de TurboNexis: una boquilla inspirada en tecnología militar que convierte CUALQUIER manguera en una máquina de limpieza de alta presión.
Sin electricidad. Sin baterías. Sin esperas. Solo fuerza bruta contra la suciedad—directamente en tus manos.